El gesto y la excusa: Quartet de tardor, primer cuarteto de cuerda, y De la belleza inhabitada, para orquesta

Algo más sobre mis obras, relacionándolas con el estudio teórico de Javier Darias en el capítulo V de su tratado Lêpsis I, que habla de los referentes y destinatarios en la creación musical, donde se codifican las distintas opciones que el compositor tiene ante la decisión de vincular su obra a un destinatario o referente, definiendo los distintos grados en que esta se ve afectada: gesto, excusa, alusión, evocación y cita.

Mi Quartet de tardor (I. Colors del fred, II. Joc d'ocres) está dedicado a Javier Darias. Pero no hay ninguna relación entre el destinatario y la obra en sí, solo la dedicatoria; esto es lo que denominamos un gesto.

Gracias a mi estimado amigo Manuel Vidal conocí un poema de Cernuda, El joven marino. Inspirado en él escribí en 2009 la obra sinfónica, De la belleza inhabitada, premio AEOS - Fundación BBVA. Su título es uno de los versos del poema. La obra está dedicada a Manuel porque él me transmitió el poema, y este se convirtió en el punto de partida para la escritura de la obra. En este caso, una cuestión no musical relacionada con el destinatario, aunque sea de manera indirecta, subjetiva, sirvió para generar música. No hay un proceso objetivamente cuantificable que justifique el paso de esa sensación provocada tras la lectura, a un elemento musical, pero una cosa no existiría sin la otra. No obstante, considero que el poema es un gesto que se acerca a la excusa, aunque sea de manera subjetiva.

Algún ejemplo de ello:

El aliento dramático que transmite el poema está presente ya en la audición de los primeros compases de la obra. 

Igualmente, el movimiento agitado sugerido por los primeros versos marcará el carácter de las principales secciones rápidas:

El mar y nada más. 

Insaciable, insaciable. 

Con pie desnudo ibas sobre la olvidadiza arena, 

Dulcemente trastornado, como el hombre cuando un placer espera, 

Tu cabello seguía la invocación frenética del viento…

El contrastante carácter (y tempo) de la sección central, nocturno, casi espectral, está inspirado por las estrofas previas al trágico desenlace: 

Un gran silencio, una gran calma

Daba con su presencia el mar;

Pero también latía por el aire adormecido y fresco del letal anochecer…

Escuchad este ejemplo (entre 2:48 y 3:56) en que la escritura del timbal y la marimba sugieren ese latido sobre el que se deslizan trémolos en cuerdas graves, y aisladas intervenciones, a modo de pinceladas tímbricas de poca densidad, del clarinete y clarinete bajo, así como las trompas, y después corno inglés y fagot…

No obstante, el resultado final es música, y solo música; no es necesario conocer sus referentes para disfrutarla en mayor o menor medida.